GARCÍA RAMIRO CORAJO
“
|
De Trujillo en Extremadura, como los Solano, fue la noble casa de
Ramiro-Corajo y su tronco en esta tierra. Francisco Ramiro-Corajo tenía
estrecha intimidad con el Gran Patriarca Juan Solano, y la estrechó aún más al
casar aquí con doña Francisca de Zúñiga, igualmente nacida en Trujillo, cuya
madre era prima hermana del mencionado Solano.
Llegó Francisco Ramiro-Corajo a Costa Rica por el año 1573, es decir
posterior a las épicas jornadas de Cavallón, Vázquez de Coronado y Perafán de
Rivera.
Sin embargo, tomó parte activa en los sucesos posteriores,
distinguiéndose como soldado muy valiente en tal forma que tres años después el
Gobernador Alonso Anguciana de Gamboa estimó que debía premiarle con la
concesión de la rica encomienda de Garabito (Chucasque) con los pueblos de
Arián y Cora entre los Catapas y Tices, en la que debió sucederle su hijo el
Sargento Mayor García Ramiro-Corajo y Zúñiga.
En 1577 Francisco Ramiro-Corajo fue como Alférez a la expedición
de Suerre, para restaurar la Villa del Castillo de Austria, otrora fundada por
el Padre Rávago, primer intento de abrir el camino al Atlántico. Ejerció no solo, como era normal, los cargos
de Alcalde Ordinario de la Santa Hermandad y Regidor en Cartago sino también en
Esparza, y seguidamente una de las características de esta familia
Ramiro-Corajo fue su doble vecindad en ambas ciudades.
Tuvo de su esposa prenotada a un hijo y una hija, y el primero
García Ramiro-Corajo y Zúñiga contrajo brillantísimo matrimonio con doña Juana
de Vera y Sotomayor, de la casa de los señores de la encomienda de Diriega
(Masaya, Nicaragua), descendiente por su varonía de la poderosa casa de Méndez
de Sotomayor, señores y luego Marqueses del Carpio, y por femenina de la
ilustre casa de Fernández de Córdoba, de la línea de los señores Zuheros y por
consiguiente deuda y grado cierto del Gran Capitán.
De este matrimonio nacieron ocho hijos, cuatro varones y cuatro
hembras. Las mujeres enlazaron con las
nobilísimas casas de Alvarado, Chaves y Ocampo-Golfín de Sandoval.
Tanto los Ramiro como los Corajo y los Zúñiga en Trujillo de
Extremadura eran de primera nobleza.
Pertenecían al bando de los Añascos, en esta sempiterna lucha de bandos
que tanto caracterizaron a la España
Medieval.
Los Ramiro, fueron de los primeros conquistadores y ganadores de
Trujillo y en recuerdo de ello siempre existe la heredad llamada Tozo de los
Ramiros, y estaban emparentados con los Pizarros, Vargas, Paredes y Amarilias,
que eran de los principales caballeros de la ciudad.
Los Corajo poseían la renombrada casa fuerte de La Coraja, desde
la que se desafiaban a sus enemigos; y así fue –sea dicho como dato curioso-
como dieron muerte en Marta a un caballero trujillano Gonzalo Díaz, el cual
resulta ser, nada menos, que el rebisabuelo del Marqués don Francisco Pizarro,
en línea recta de varón en varón.
En realidad pocas fueron las familias en esta tierra de tan
dorados blasones como la de Ramiro-Corajo cuya actuación en Costa Rica no
merece más que elogios por su altruismo y desinterés” (Norberto Castro y Tosi, 1975, Nº 22 de Revista de la ACCG, pp. 75-77).
“Uno de los antiguos
conquistadores y pobladores de la provincia.
Hombre noble, principal, caballero, hijodalgo. Falleció aquí y dejó dos hijos, un varón y
una hembra. Vino por 1573, según la declaración de Juan Solano. En enero de 1573 era Alcalde de la Santa
Hermandad de Cartago. Supongo que ya
vendría casado con doña Francisca de Zúñiga.
Sí consta que el Sargento Mayor don García Ramiro Corajo, hijo de ellos,
nació en Cartago. Así lo dice en
declaración del 5 de enero de 1632 como ‘vecino de esta ciudad y que en ella ha
nacido y se ha criado’ amén de que nació por 1589 puesto que en dicha
declaración declara ser de 43 años de edad.
Don García casó con doña Juana de Vera y murió repentinamente el 15 de
octubre de 1639 entre 9 y 10 de la mañana, según reza su mortual en los
Archivos Nacionales (Cartago, Nº 2713) dejando numerosa sucesión, entre ellos a
doña Juana de Vera, la mujer de Gil de Alvarado. Volviendo a su edad, en declaración de 1625
confiesa tener 40 años poco más o menos, luego que nació por 1585 ó 1589”
(Eladio Prado, en Nº 13-14 de la Revista de la ACCG, p. 62).
Aparece
el señor García Ramiro-Corajo entre
1625 y 1636 como Alcalde Ordinario de Cartago en ausencia del Alcalde Fray Juan
de Echaúz y Velasco Vallexo. Fue también
Teniente Gobernador en el mismo año.
“Tenía el grado de sargento
mayor. En 1628 fue el jefe de una
expedición que se internó en el territorio ocupado por los indios votos o
guatusos con el propósito de someterlos, lo cual no pudo conseguir.
Fue vecino importante de la ciudad de Cartago, en la cual ejerció
el cargo de Alcalde Ordinario en 1625 y 1636” (Obregón, Rafael, 1979, pp.
79-80).
Como se
dijo, nació en 1588 (1567, dice Castro, ídem, p. 69) de la ciudad de Cartago,
Costa Rica. Fue hijo de
Francisco Ramiro Corajo y García
Español procedente de la zona de Trujillo, Extremadura. Fue
encomendero y Alcalde de la Santa Hermandad de Cartago, ciudad a la que llegó
alrededor de 1573. Se le reporta como
nacido en 1592. Valverde
(www.anit.es/sava/fowndx.htm) lo presenta como hijo de
Alonso Ramiro, hijo de
Pedro Ramiro, hijo de
Francisco Ramiro
y de María Sánchez
y de María Alonso, hijo de
Alonso Hernández
y de María Alonso
y de Inés García, hija
de
Juan García Cerrajero, hijo del mismo modo de
Francisco de Salamanca
y de Teresa Álvarez
y de Francisca López
Todos estos ancestros fueron naturales de Trujillo, Extremadura,
España. También señala sobre él Valverde (ídem) que:
“El
gobernador Alonso Anguciana de Gamboa le premió con la concesión de la rica
Encomienda en Garabito (Chucasque) con los pueblos de Arián y Cora entre los
Catapas y Tices, sucediéndole su hijo. En 1577 fue como Alférez a la expedición
de Suerre para restaurar la Villa del Castillo de Austria, otrora fundada por
el padre Rávago, primer intento para abrir el camino al Atlántico. Ejerció los
cargos de Alcalde Ordinario de la Santa Hermandad y Regidor tanto en Cartago
como en Esparza. Una característica de esta familia Ramiro Corajo fue su doble
vecindad en ambas ciudades.
Los
Corajo poseían la renombrada casa fuerte de "La Coraja", desde la que
desafiaban a sus enemigos, y así fue como dieron muerte en Marta a un Caballero
Trujillano Gonzalo Díaz, el cual resulta ser, nada menos, que el rebisabuelo
del Marqués Don Francisco Pizarro, en línea recta de varón en varón. En
realidad pocas fueron las familias en esta tierra de tan dorados blasones como
la de Ramiro-Corajo cuya actuación en Costa Rica no merece más que elogios por
su altruismo y desinterés. (Castro y Tossi).- Entró con Perafán de Rivera, Vino
de Tierra Firme a Nicoya, de donde pasó en 1573 a Costa Rica, como caballero
hidalgo, con casa poblada; vino con armas, criados y caballos. Tuvo además soldados sustentados a su costa y
minción. Perafán de Ribera le favorecí con la encomienda de Bexú con 300
indios. En 1576 era vecino de Cartago, donde desempeñó el cargo de Alcalde de
la Santa Hermandad. En 1577 residía en Esparza y era encomendero de Tices,
Catapas y Garabito.
En
tiempos de Anguciana de Gamboa fue como alférez a descubrir el puerto de Suerre
en 1574. En 1607 su hijo hizo probanza de méritos y servicios de su padre.
Fernández León 1881-1907; II: 195-221. Hay biografía suya en Jiménez, Manuel J.
1946-49, II:219-220 (Meléndez)”.
Juan Rafael Víquez (1940) le califica como “un hombre civil, de
ciencia y de experiencia, acomodado y distinguido, dedicado al cultivo de la
tierra, lo que no le impidió servir a satisfacción puestos o cargos públicos”
(p.167).
“Vino de Tierra Firme a Nicoya, de donde pasó en 1573 a Costa
Rica, como caballero hidalgo, con casa poblada; vino con armas, criados y
caballos. Tuvo además soldados
sustentados a su costa y minción.
Perafán de Ribera lo favoreció con la encomienda de Bexú con 300
indios. En 1576 era vecino de Cartago,
donde desempeñó el cargo de Alcalde de la Santa Hermandad. En 1577 residía en Esparza y era encomendero
de Tices, Catapas y Garabito. En tiempos
de Anguciana de Gamboa fue como Alférez a descubrir el Puerto de Suerre (1574)”
(Meléndez, Carlos, 1982, p. 241).
“Los Ramiro estaban emparentados
con los Pizarro, Vargas, Paredes y Amarillas, hombres y familias de Trujillo,
región importante de la Lucitania inmortal” (Castro Echeverría, Guillermo,
1994, Nº 34 Revista de la ACCG, p. 82).
No obstante, señala Juan Rafael Víquez que:
“sus últimos días fueron
tristes y penosos: pobre y olvidado Ramiro
Corajo, se vio obligado a ejercer trabajos incompatibles con su calidad de
señor para poder sustentar a su familia, dejándola a su muerte en mucha
necesidad y miseria, en su estancia a orillas del río Virilla, cerca de los
valles de Barba (…) No volvemos a saber nada de la vida de este personaje en
sus últimos días, ni conocemos la fecha de su muerte; solo sí que vivió
retirado y oscuro, modestamente; conllevando con resignación de bien nacido
dignamente su pobreza, viendo crecer con orgullo la descendencia que iba
entroncándose con las familias españolas de los primeros conquistadores” (p.167,
ídem).
Casado con Francisca de
Zúñiga, natural de Badajoz, Extremadura.
Junto a ella fue padre de Miguel y del referido
García, quien:
“Murió repentinamente el 15 de octubre de 1639 entre las 9 y 10 de
la mañana, según reza su mortual en los Archivos Nacionales (Cartago # 2713),
dejando numerosa sucesión, entre ella a doña Juana de Vera” (Eladio Prado
Saénz, en Nº 13 y Nº 14, de Revista de la ACCG, p. 62).
que
estuvo casado con Juana de la Vera y
Sotomayor (n. 1590, + y T. en 1657 [Sanabria, Cartago, pp. 162-163, Tomo
V]) en 1627 (Udo Groub, ídem, pp. 198-199).
“Descendiente por su mayoría de los Méndez de Sotomayor y por
femenina de la casa de Fernández de Córdoba.
Mujer muy distinguida y muy empresaria.
Doña Juana fue dueña de una estancia en Río La Lajuela con 400 yeguas,
200 reses y mulas. En Barba, casa pajiza
con labores de maíz y trigo de 25 fanegas.
Su hijo Antonio permanecía en Panamá negociando harina y
bizcochos, mientras al mismo tiempo en Caldera estaba lista para zarpar una fragata
con 22 ‘chucubites de harina y 4 petacas
de bizcocho’” (Castro, ídem, p. 69).
Ella fue
va a ser referida en un segmento aparte, pues ya se ha presentado en el texto
su voluminosa ascendencia, que requiere de mayor espacio para ser desarrollada
García y Juana tuvieron los siguientes hijos:
Francisco, casado con Juana [María] Retes Vázquez de Coronado;
Diego Ramiro, Corregidor de Pacaca en 1651;
Fernando Ramiro, casado con Juana Zapata de Salazar y Echavarría
Navarro;
Antonio Ramiro (fundador de Bagaces); Micaela Ramiro;
Juan, casado con Concepción Ramírez de Vargas y Gómez;
María Ramiro, casada con José de Sandoval Ocampo;
Micaela;
Juana de Vera, casada con el Alférez
Gil de Alvarado, cuya ascendencia y descendencia se revisan en el apartado
correspondiente.
y Francisca Zúñiga, casada con Francisco de Chaves Alfaro.
Del mismo modo sus calidades se refieren en el apartado dedicado a este
fin.
No hay comentarios:
Publicar un comentario