jueves, 29 de enero de 2015



GARCÍA RAMIRO CORAJO


De Trujillo en Extremadura, como los Solano, fue la noble casa de Ramiro-Corajo y su tronco en esta tierra. Francisco Ramiro-Corajo tenía estrecha intimidad con el Gran Patriarca Juan Solano, y la estrechó aún más al casar aquí con doña Francisca de Zúñiga, igualmente nacida en Trujillo, cuya madre era prima hermana del mencionado Solano.  Llegó Francisco Ramiro-Corajo a Costa Rica por el año 1573, es decir posterior a las épicas jornadas de Cavallón, Vázquez de Coronado y Perafán de Rivera.

Sin embargo, tomó parte activa en los sucesos posteriores, distinguiéndose como soldado muy valiente en tal forma que tres años después el Gobernador Alonso Anguciana de Gamboa estimó que debía premiarle con la concesión de la rica encomienda de Garabito (Chucasque) con los pueblos de Arián y Cora entre los Catapas y Tices, en la que debió sucederle su hijo el Sargento Mayor García Ramiro-Corajo y Zúñiga. 

En 1577 Francisco Ramiro-Corajo fue como Alférez a la expedición de Suerre, para restaurar la Villa del Castillo de Austria, otrora fundada por el Padre Rávago, primer intento de abrir el camino al Atlántico.  Ejerció no solo, como era normal, los cargos de Alcalde Ordinario de la Santa Hermandad y Regidor en Cartago sino también en Esparza, y seguidamente una de las características de esta familia Ramiro-Corajo fue su doble vecindad en ambas ciudades. 

Tuvo de su esposa prenotada a un hijo y una hija, y el primero García Ramiro-Corajo y Zúñiga contrajo brillantísimo matrimonio con doña Juana de Vera y Sotomayor, de la casa de los señores de la encomienda de Diriega (Masaya, Nicaragua), descendiente por su varonía de la poderosa casa de Méndez de Sotomayor, señores y luego Marqueses del Carpio, y por femenina de la ilustre casa de Fernández de Córdoba, de la línea de los señores Zuheros y por consiguiente deuda y grado cierto del Gran Capitán. 

De este matrimonio nacieron ocho hijos, cuatro varones y cuatro hembras.  Las mujeres enlazaron con las nobilísimas casas de Alvarado, Chaves y Ocampo-Golfín de Sandoval.

Tanto los Ramiro como los Corajo y los Zúñiga en Trujillo de Extremadura eran de primera nobleza.  Pertenecían al bando de los Añascos, en esta sempiterna lucha de bandos que tanto caracterizaron  a la España Medieval. 

Los Ramiro, fueron de los primeros conquistadores y ganadores de Trujillo y en recuerdo de ello siempre existe la heredad llamada Tozo de los Ramiros, y estaban emparentados con los Pizarros, Vargas, Paredes y Amarilias, que eran de los principales caballeros de la ciudad.

Los Corajo poseían la renombrada casa fuerte de La Coraja, desde la que se desafiaban a sus enemigos; y así fue –sea dicho como dato curioso- como dieron muerte en Marta a un caballero trujillano Gonzalo Díaz, el cual resulta ser, nada menos, que el rebisabuelo del Marqués don Francisco Pizarro, en línea recta de varón en varón.

En realidad pocas fueron las familias en esta tierra de tan dorados blasones como la de Ramiro-Corajo cuya actuación en Costa Rica no merece más que elogios por su altruismo y desinterés”  (Norberto Castro y Tosi, 1975,  Nº 22 de Revista de la ACCG, pp. 75-77).

“Uno de los antiguos conquistadores y pobladores de la provincia.  Hombre noble, principal, caballero, hijodalgo.  Falleció aquí y dejó dos hijos, un varón y una hembra. Vino por 1573, según la declaración de Juan Solano.  En enero de 1573 era Alcalde de la Santa Hermandad de Cartago.  Supongo que ya vendría casado con doña Francisca de Zúñiga.  Sí consta que el Sargento Mayor don García Ramiro Corajo, hijo de ellos, nació en Cartago.  Así lo dice en declaración del 5 de enero de 1632 como ‘vecino de esta ciudad y que en ella ha nacido y se ha criado’ amén de que nació por 1589 puesto que en dicha declaración declara ser de 43 años de edad.  Don García casó con doña Juana de Vera y murió repentinamente el 15 de octubre de 1639 entre 9 y 10 de la mañana, según reza su mortual en los Archivos Nacionales (Cartago, Nº 2713) dejando numerosa sucesión, entre ellos a doña Juana de Vera, la mujer de Gil de Alvarado.  Volviendo a su edad, en declaración de 1625 confiesa tener 40 años poco más o menos, luego que nació por 1585 ó 1589” (Eladio Prado, en Nº 13-14 de la Revista de la ACCG, p. 62).

Aparece el señor García Ramiro-Corajo entre 1625 y 1636 como Alcalde Ordinario de Cartago en ausencia del Alcalde Fray Juan de Echaúz y Velasco Vallexo.  Fue también Teniente Gobernador en el mismo año. 

“Tenía el grado de sargento mayor.  En 1628 fue el jefe de una expedición que se internó en el territorio ocupado por los indios votos o guatusos con el propósito de someterlos, lo cual no pudo conseguir.
Fue vecino importante de la ciudad de Cartago, en la cual ejerció el cargo de Alcalde Ordinario en 1625 y 1636” (Obregón, Rafael, 1979, pp. 79-80).
Como se dijo, nació en 1588 (1567, dice Castro, ídem, p. 69) de la ciudad de Cartago, Costa Rica.  Fue hijo de
Francisco Ramiro Corajo y García
Español procedente de la zona de Trujillo, Extremadura. Fue encomendero y Alcalde de la Santa Hermandad de Cartago, ciudad a la que llegó alrededor de 1573.   Se le reporta como nacido en 1592.  Valverde (www.anit.es/sava/fowndx.htm) lo presenta como hijo de
Alonso Ramiro, hijo de
Pedro Ramiro, hijo de
Francisco Ramiro
y de María Sánchez

y de María Alonso, hijo de
Alonso Hernández
y de María Alonso
  
y de Inés García, hija de
Juan García Cerrajero, hijo del mismo modo de
Francisco de Salamanca
y de Teresa Álvarez

y de Francisca López

Todos estos ancestros fueron naturales de Trujillo, Extremadura, España. También señala sobre él Valverde (ídem) que:

“El gobernador Alonso Anguciana de Gamboa le premió con la concesión de la rica Encomienda en Garabito (Chucasque) con los pueblos de Arián y Cora entre los Catapas y Tices, sucediéndole su hijo. En 1577 fue como Alférez a la expedición de Suerre para restaurar la Villa del Castillo de Austria, otrora fundada por el padre Rávago, primer intento para abrir el camino al Atlántico. Ejerció los cargos de Alcalde Ordinario de la Santa Hermandad y Regidor tanto en Cartago como en Esparza. Una característica de esta familia Ramiro Corajo fue su doble vecindad en ambas ciudades.

Los Corajo poseían la renombrada casa fuerte de "La Coraja", desde la que desafiaban a sus enemigos, y así fue como dieron muerte en Marta a un Caballero Trujillano Gonzalo Díaz, el cual resulta ser, nada menos, que el rebisabuelo del Marqués Don Francisco Pizarro, en línea recta de varón en varón. En realidad pocas fueron las familias en esta tierra de tan dorados blasones como la de Ramiro-Corajo cuya actuación en Costa Rica no merece más que elogios por su altruismo y desinterés. (Castro y Tossi).- Entró con Perafán de Rivera, Vino de Tierra Firme a Nicoya, de donde pasó en 1573 a Costa Rica, como caballero hidalgo, con casa poblada; vino con armas, criados y caballos.  Tuvo además soldados sustentados a su costa y minción. Perafán de Ribera le favorecí con la encomienda de Bexú con 300 indios. En 1576 era vecino de Cartago, donde desempeñó el cargo de Alcalde de la Santa Hermandad. En 1577 residía en Esparza y era encomendero de Tices, Catapas y Garabito.

En tiempos de Anguciana de Gamboa fue como alférez a descubrir el puerto de Suerre en 1574. En 1607 su hijo hizo probanza de méritos y servicios de su padre. Fernández León 1881-1907; II: 195-221. Hay biografía suya en Jiménez, Manuel J. 1946-49, II:219-220 (Meléndez)”.

Juan Rafael Víquez (1940) le califica como “un hombre civil, de ciencia y de experiencia, acomodado y distinguido, dedicado al cultivo de la tierra, lo que no le impidió servir a satisfacción puestos o cargos públicos” (p.167).

“Vino de Tierra Firme a Nicoya, de donde pasó en 1573 a Costa Rica, como caballero hidalgo, con casa poblada; vino con armas, criados y caballos.  Tuvo además soldados sustentados a su costa y minción.  Perafán de Ribera lo favoreció con la encomienda de Bexú con 300 indios.  En 1576 era vecino de Cartago, donde desempeñó el cargo de Alcalde de la Santa Hermandad.  En 1577 residía en Esparza y era encomendero de Tices, Catapas y Garabito.  En tiempos de Anguciana de Gamboa fue como Alférez a descubrir el Puerto de Suerre (1574)” (Meléndez, Carlos, 1982, p. 241). 

“Los Ramiro estaban emparentados con los Pizarro, Vargas, Paredes y Amarillas, hombres y familias de Trujillo, región importante de la Lucitania inmortal” (Castro Echeverría, Guillermo, 1994, Nº 34  Revista de la ACCG, p. 82).

No obstante, señala Juan Rafael Víquez que:

 “sus últimos días fueron tristes y penosos: pobre y olvidado Ramiro Corajo, se vio obligado a ejercer trabajos incompatibles con su calidad de señor para poder sustentar a su familia, dejándola a su muerte en mucha necesidad y miseria, en su estancia a orillas del río Virilla, cerca de los valles de Barba (…) No volvemos a saber nada de la vida de este personaje en sus últimos días, ni conocemos la fecha de su muerte; solo sí que vivió retirado y oscuro, modestamente; conllevando con resignación de bien nacido dignamente su pobreza, viendo crecer con orgullo la descendencia que iba entroncándose con las familias españolas de los primeros conquistadores” (p.167, ídem).

Casado con Francisca de Zúñiga, natural de Badajoz, Extremadura.  Junto a ella fue padre de Miguel y del referido

García, quien:

“Murió repentinamente el 15 de octubre de 1639 entre las 9 y 10 de la mañana, según reza su mortual en los Archivos Nacionales (Cartago # 2713), dejando numerosa sucesión, entre ella a doña Juana de Vera” (Eladio Prado Saénz, en Nº 13 y Nº 14, de Revista de la ACCG, p. 62).

que estuvo casado con Juana de la Vera y Sotomayor (n. 1590, + y T. en 1657 [Sanabria, Cartago, pp. 162-163, Tomo V]) en 1627 (Udo Groub, ídem, pp. 198-199). 

“Descendiente por su mayoría de los Méndez de Sotomayor y por femenina de la casa de Fernández de Córdoba.  Mujer muy distinguida y muy empresaria.  Doña Juana fue dueña de una estancia en Río La Lajuela con 400 yeguas, 200 reses y mulas.  En Barba, casa pajiza con labores de maíz y trigo de 25 fanegas. 

Su hijo Antonio permanecía en Panamá negociando harina y bizcochos, mientras al mismo tiempo en Caldera estaba lista para zarpar una fragata con 22 ‘chucubites de harina y  4 petacas de bizcocho’” (Castro, ídem, p. 69).

Ella fue va a ser referida en un segmento aparte, pues ya se ha presentado en el texto su voluminosa ascendencia, que requiere de mayor espacio para ser desarrollada

García y Juana tuvieron los siguientes hijos: 
Francisco, casado con Juana [María] Retes Vázquez de Coronado;
Diego Ramiro, Corregidor de Pacaca en 1651;
Fernando Ramiro, casado con Juana Zapata de Salazar y Echavarría Navarro;
Antonio Ramiro (fundador de Bagaces); Micaela Ramiro;
Juan, casado con Concepción Ramírez de Vargas y Gómez;
María Ramiro, casada con José de Sandoval Ocampo;
Micaela;

Juana de Vera, casada con el Alférez
Gil de Alvarado, cuya ascendencia y descendencia se revisan en el apartado correspondiente.

y Francisca Zúñiga, casada con Francisco de Chaves Alfaro.  Del mismo modo sus calidades se refieren en el apartado dedicado a este fin.

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